viernes, 11 de junio de 2010

Postura acerca del Libro "El arte de enseñar con todo el cerebro". Autora: Miriam Heller

Considero muy importante la propuesta que realiza la autora Miriam Heller en su libro cuando expone que el docente debe integrar la teoría y la práctica en su actividad docente, ya que hoy en día el maestro no puede limitarse a ser un dador de clases que sólo transmite información. Se debe enseñar al estudiante a ser analítico, crítico con un pensamiento creativo capaz de dar soluciones a problemas de la realidad es decir, se debe enseñar a aprender para que el ciudadano pueda enfrentarse a las diferentes situaciones que se le presenten en la vida y esto se logra a través del la ejecución de estrategias y recursos innovadores.
El docente debe atender el desarrollo de actitudes y habilidades de pensamiento que incrementen la capacidad para explorar, descubrir y aplicar conocimientos en un mundo donde la complejidad y variedad demandan con urgencia el rescate de valores, el crecimiento continuo e independiente.

Estoy de acuerdo cuando la autora plantea que se debe hablar de un educador diferente, comprometido efectivamente con su significativa función dentro del quehacer educativo, con una visible sensibilidad social y capaz de enfrentar el reto de la novedad con estrategias y modalidades instruccionales que faciliten la interiorización de aprendizajes permanentes y significativos. Reflexionando sobre este aspecto pienso que, si los docentes deseamos enseñar a aprender debemos permanentemente aprender a enseñar para lo cual es necesario estar abiertos a nuevas ideas y nuevas maneras de educar; convertirnos en investigadores y concebir el "aprender" como una experiencia recíproca estudiante-docente.

Con respecto, al planteamiento que realiza Miriam Heller de que por razones de diferente índole no siempre se tiene la posibilidad de acceder al conocimiento de nuevos paradigmas para su traducción en la práctica educativa y para propiciar transformaciones al ritmo que se espera, difiero con la autora, porque los docentes no pueden estar ajenos al conocimiento de los permanentes cambios paradigmáticos (en la educación, economía, negocios, política...) y en su rol de formador, investigador, debe resolver las situaciones que se le presenten a través del uso de diferentes herramientas, estrategias y recursos, poniendo en juego su potencial creativo y así responder a las exigencias del ritmo cambiante del entorno y anticiparse al futuro con mayores posibilidades de éxito.